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Tal vez sea tarde. Algo de retraso en mí.
Ausente, me deslizo por la imagen y me recreo
allí donde mi espíritu y mi mente se deleitan y asombran
por la grandeza y el predominio del Universo que habitamos
donde apenas se alcanza un leve e imperceptible latido nuestro.
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Nano partícula que tampoco llega a un soplo, hálito, aliento…
Ni una simple chispa de luz en lo infinito que podamos atisbar
sin coincidir en ninguna parte, pero sí en su TODO presente.
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Tarde, quizá sea ya un poco tarde. Pero he vuelto aquí,
donde lo físico y empírico nos hace sentir -ilusos- grandes
tras ésta experiencia astral e imaginaria que nos traslada
a la realidad que absorbe cada instante fugaz, microscópico,
desde éste otro infinito Universo inabarcable que nos deja SER.
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Grandeza y pequeñez.
La curiosidad se cierne y discierne en paz
imaginando dimensiones existentes más allá de los sueños
y nuestra fe se transforma en certeza sublime, amorosa. Subyugante.
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Somos, hemos sido y seremos siempre.
Con la prepotencia de creernos dueños únicos de lo inalcanzable,
escatológico, inefable, dinámico, constante, uniforme, imperturbable
como el péndulo de Foucoult… Movimiento en vacío inexpugnable
que asoma en éste delirio perfecto de armonía y belleza
cuajado de utopías. Entes seguros, compañeros de viaje.
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Nieves Merino Guerra
Gran Canaria – España
25 de octubre de 2012
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Comentários
Maravilhoso poema, amada e grande poeta.
É indescritível a beleza contida neste poema, mosqueteira. Simplesmente maravilhosooooooooooo! Bjs