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Sentencia la presencia -fuerte y fiel-
la firme decisión de tu nobleza.
Apacible pelaje -como miel-
en perdida mirada -con certeza-.
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Sabiduría bondadosa, eterna...
A quien te cuida y sabe proteger,
proteges con tu vida y obediencia.
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Sentir esa lealtad inconfundible
rozando el aire tibio de la alerta.
Nutre y acompaña -imprescindible-
otra seguridad que une y alienta.
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Belleza de la estirpe y la crianza
hablan con claridad sobre tu dueña.
-Reflejo de ese amor que te delata-.
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Sin sumisión alguna
-en confidencia-,
secuestras la aridez
y nos conmueves
ante la placidez
de tu existencia.
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Un brazo humanizado
-con caricias-
se postra ante tus pies
-y reverencia-.
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Puede que ésta luna llena
embruje también tu sueño,
tan tierna y apaciguada
como el alma de tu dueño
-haz de luz apasionada-
que ha vaciado el infierno
por el amor que nos daba.
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Nieves Merino Guerra
16 de marzo de 2017
Canarias - España
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* Dedicado al mejor amigo de mi vida, un gran perro pastor alemán, Ancor,
a quien asesinaron envenenándolo solo porque me amaba incondicionalmente.
Comentários
Muitissimo obrigada, amadissima Mar!
Uma honra ter sua visita e carinho.
Te quero demais.
Saudade!
Beijos
Muito obrigada, Angélica.
Beijos!
Obrigada, María Elsabete
Beijos
Obrigada, amada Márcia.
Beijos
lindo seu poema, Nieves! Esse grande amigo
ficará na lembrança para sempre! Bjs.
Obrigada, amada Mena.
Beijos e parabéns!
Um belo poema dedicado ao melhor amigo, simplesmente lindo
Obrigada, JoséCarlos Ribeiro.
Abraços