-
Lágrimas de sal ahogadas
agrietan aun más su piel,
-rostro bello, ceniciento-
.
Estranguladas arrugas.
.
Experiencias bendecidas
por un larguísimo tiempo.
.
Pero su mirada...
-¡Dios, qué mirada!-
Me rompe por dentro.
.
No pierde su
-
Lágrimas de sal ahogadas
agrietan aun más su piel,
-rostro bello, ceniciento-
.
Estranguladas arrugas.
.
Experiencias bendecidas
por un larguísimo tiempo.
.
Pero su mirada...
-¡Dios, qué mirada!-
Me rompe por dentro.
.
No pierde su