Como una dulce y fría puesta de sol, tenue, acariciada por las nubes que remolcan a la luna en su silencio...
Así, se nos fue una gran poeta española y del mundo de la literatura:
Nuestra muy querida y admirada Pastora Herdugo.
Sevillana de alma grande, sonrisa abierta, sencillez y alegría, optimismo y sabiduría.
Como un ocaso sutil renovando en su nueva vida un amanecer diferente
y eterno dejando la tristeza de misterios en la oscuridad de la noche.
Nuestra noche -de pena intensa - y su Luz eterna aquí y en su nuevo hogar.
Un llanto ahogado, incrédulo, aún asido a la esperanza de lo imposible, me ahoga...
Todo no ha terminado.
Continúa viva.
Y así permanecerá, tanto en el corazón y el pensamiento de su familia como en el de todos sus amigos y amigas.
En la literatura española y universal.
Amiga del alma querida, no me hago a la idea.
Como tantos, como tantas, que esperamos despertar de una amarga pesadilla.
Quizá habías cumplido tu misión...
Pero te amamos y necesitamos.
Pastora de versos y sueños
enraizados en la tierra
y floreciendo en los cielos...
Un leve, dulce, cruel ocaso, te nos ha arrebatado.
Solitaria, desde mi playa en Gran Canaria, observo tu cadencia, elegancia, saber estar...
Querencia andaluza por los cuatro costados.
Admirada siempre.
Querida siempre.
Discreta, sensible, sabia...
Hasta la vista, amiga querida.
Necesitamos tiempo para asumir tu marcha.
Con todo mi amor y admiración, mi más sentido pésame a toda la familia, especialmente a nuestra también querida y gran poeta, Sofía, su hija.
Ya sé que ésta nueva estrella que aparece eres tú , Pastora.
Y nuestra mágica, meiga, deslumbrante luna llena de enero,
la que te sedujo y te acunó en tu viaje
deslumbrándonos con su luz
en ésta noche oscura
para todos los poetas y quienes te amamos.
No nos consuela.
Sé que con el tiempo nos haremos a la idea, pero nunca al olvido.
Es hermoso soñar que fue ésa luna llena quien te llevó de la mano cuando el sol de tu vida se apagó en la Tierra.
Abrazos sin distancias ni tiempo.
Continúa en mi retina la imagen de tu sonrisa honesta y ésa mirada fecunda, dulce, alegre y sencilla, directa a los ojos, apasionada ...
Clavada en el alma hasta nuestro reencuentro.
Por ahora son el llanto y el estupor los protagonistas.
Te quiero mucho, princesa. Mi hermana del corazón.
Grande por ti misma y como poeta entre otras muchas cualidades y talentos.
Mujer que nos dignifica y honra.
Besos.
Se que los recibes y estás presente, atenta...
Como siempre o más.
Nieves María Merino Guerra
Gran Canaria - España
05-01-2015
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Poeta y amiga del alma, Pastora Herdugo
- D.E.P. - 02-01-15-
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Comentários
Ficou eternizada na poesia. Ficam as lembranças! Não gosto de despedidas.
Bjs.