VESTIDA DE MELANCOLÍA
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Vestida de melancolía desnudo el alma
rasgadas mis ropas por el desamor
cargando tristezas y sufrimientos.
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No dejes siquiera tu sombra conmigo.
¡Huye!
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Que tus pasos no se acerquen más
a una mujer sin sueños ni aliento
con la mirada perdida en la nada.
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Vestida de melancolía hoy vago las horas
apagando -tenuemente- mi existencia
como ésta luna llena de ahora -fría-
que alumbrándonos las noches
anula a todas las estrellas
y enamora con su halo
blanco, engañoso...
Solitario.
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Misteriosa Selene...
¡Ésa luz que emana
ni siquiera es suya!
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No le pertenece...
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Vestida de melancolía no tengo aroma.
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No te acerques. No.
No soy buena compañía.
Ni el dolor que evapora mi piel
tiene atisbo alguno de esperanza.
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Vestida de melancolía el amor no alcanza
a una mujer vestida como yo, sin paz
ni calma, desarropando al corazón
viviendo amarguras, añoranzas...
Ilusiones rotas.
Desconcierto.
Lágrimas.
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Vestida de melancolía estoy muerta.
No me esperes
No me llames.
No preguntes.
No me hables.
No me mires...
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Vestida de melancolía no es bueno estar conmigo.
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No vengas si te has ido.
Deja que mi llanto ácido
continúe dejando infecundo
éste mundo acribillado de egoísmo.
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Es mi duelo.
Y es mi turno.
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Vestida de melancolía, déjame decirte adiós.
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Nieves María Merino Guerra
Gran Canaria - España
13 junio 2014
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Comentários
De uma exuberante beleza teu poema, amada.
Sim, querida Ádria.
A melancolía é a antesala da depressão... ou a mesma depressão em sim mesma : a trsiteça mais profunda da alma.
Obrigada, minha flor.
Beijos.