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Buscaba a la luna con gran desespero
y en mi triste noche todo se nubló.
Grisácea mi alma se apagó. Y el cielo
en mi abrazo blanco pronto se fundió.
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Extraño este invierno en pleno verano
prenunciando acordes en réquiem de amor.
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Perdida me siento sin saber qué hago.
Todos los porqués medran en dolor...
No hay puerto, ni faro... Ni la mar es calma.
El timón sin rumbo. Pronto encallaré...
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En estás tormentas que son mi tormento
me engulle el océano en cada despertar
Un velero frágil. Sin mástil. Sin viento.
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Con fuerte cansancio, dejo de remar...
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Nieves María Merino Guerra
04-07-2015
Comentários
Muito, muito belo! Muita musicalidade
Muito obrigada querida San!
Belo dia.
Beijos!
Muchas gracias, María Cristina, mi tesoro.
Besos enormes y bello día.
Mais uma vez estou por aqui me deliciando com seus belos escritos,
Uma honra, prezado Sam!
Muito obrigada.
Bom día e abraços!
Magnifico poema, um momento de inspiração que se aplica no real de forma muito concreta. Na verdade, somos iguaizinhos a este veleiro. Parabéns querida. Bjs
Muitissimo obrigada, meiga amada.
Bom dia, meu ceu.
Miles de beijos