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Quisiera poder tener alguna flor.
Tan solo una sencilla ante mis ojos.
Recoger en su tallo los despojos
de mi mirada ausente, sin color.
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Perderme paseando en un jardín
pisando yerba con pies descalzos.
Sentir el tacto suave, sus abrazos,
embriagada por algún que otro jazmín.
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Arrancarme el hedor de los fracasos
que asolan mi mente desahuciada
con pétalos de nuevas madrugadas
secándome la piel de los rechazos.
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Que lluevan ésas rosas de saudades
en noches estrelladas, silenciosas.
Sin nubes, sin más lluvias borrascosas,
y salgan de mis sueños éstos "Hades".
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Cercándome la piel de otras galaxias,
escuchando cantos de viejas aves...
Melodías de vientos entre ramas
afianzadas en los cañaverales.
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Quisiera tener Paz, algo de vida.
Un gramo se salud y más aliento.
Quisiera no llorar tantas angustias.
Refugiar mi cuerpo mar adentro...
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Quisiera un poco de buena compañía.
Ayuda, quizás. Un buen momento.
No sentir cómo mueren mis días,
cuando mi vida se está muriendo.
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Nieves María Merino Guerra - Niebla
Gran Canaria- España
06-02-2015
Comentários
Agora que deu para passar por aqui, achei tão lindo teu poema, já havia lido, amada. te amo. A arte ficou deslumbrante. Minha filha era assim, terna Bjs
Em sua página a gente tem que navegar muitas vezes para degustar melhor.