Hay días que nacen en secreto y noches que los revelan
Horas débiles congelan la eternidad mientras los segundos la inmortalizan
Se consume la distancia en la discreción de la nada azuzando rescoldos del todo
cuando arrullar el sueño del firmamento adormecido en sus fantasías
es triunfo de la oscuridad y derrota de cualquier atisbo de amanecer
Hay ecos que no necesitan voz El propio murmullo del pensamiento se eclosiona
Temblores que no derrumban astillas aunque un simple aliento las quiebre
Aromas sitiados en el cuarto día del griego perfumando los orígenes de las fobias
No recuerdo otro horario cuando el tiempo parece inexistente
Danza de meridianos, equinoccios dormidos Un universo sin norte ni sur, este ni oeste
Azules intensos, árboles con leyes propias resquebrajando ése equilibrio inmerso
Oxígeno de semillas, sonora lengua sembrada en fértiles sentimientos
que despide flores catapultadas por la brisa a los siete vientos
Un cielo ajeno con mariposas niñas que hacemos propio en su vida breve
Humo de octubre frágil tras un fogoso y duro septiembre
Un horario con manos de espuma navegando horas entre dedos etéreos
Memorias con lápices de otoño coloreando en sepia todos los recuerdos.
Un día como hoy no es cualquier día
donde las efemérides son dolor de piedra golpeando fuerte las entrañas
y el olvido un día de siempre llegando con él la auténtica muerte.
Antonio Campos Villagómez Nieves María Merino Guerra
Respostas
Parabéns para vocês!
Linda pareceria!