Es de noche...
Se escucha el susurro de una oración.
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Súplica callada, ahogada por sollozos
va cerrando sus ojos secos, sin llanto.
Latidos de temor que hieren su pecho
lacerando la vida, llamando a la muerte.
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Como de la nada, una melodía
dulce y transparente acalla al dolor.
Entre los escombros de su vida ajada
una mano amiga acarició al amor.
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Ante la injusticia brota la esperanza
como una caricia en su rostro amargo.
Nace una sonrisa tímida y serena
y borra su pena cuando ella avanza.
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El horror marchito enmudece y vuela
cuando las estrellas abrigan lo oscuro.
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Y en el canto duro de la fría secuela
que deja la huella de su ser quebrado
surge renovada, aferrada al canto
que selló su llanto esa buena acción.
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La Verdad se yergue de entre las cenizas
con el equilibrio del bien sobre el mal.
Nada está perdido -insiste la brisa-
y se tranquiliza ante esa Bondad.
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Himno de esperanza bañado en ternura
la hace más segura entre la tempestad.
Gratitud... Confianza en esa negrura
atisbando el alba de otra Humanidad.
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Nieves Merino Guerra
17 de junio de 2016
Respostas
Arrasou!
Parabéns!
Obrgada, minha amada Mar.
Beijos
Belíssima inspiração!
Parabéns!
Obrigada, meu anjo bom
Beijos
Obrigada, minha amada Zana
Beijos