Quedé sin aliento
con cada palabra.
El alma en un puño.
Memoria azuzada...
Bebí de esos DUELOS.
Sufrí en el desgarro
que alienta esos versos.
de nítido humano.
Y lloré contigo.
Y lloré por todos
con lágrimas secas
cubiertas de lodos.
Respiro ese aire
de dolor sin odio.
De asombro rendido
al sórdido morbo
en que no se vive,
en que se hace sordo
un grito que, ahogado,
mordiendo el destino,
cercenó a la Muerte
en este eterno modo.
Nieves Merino Guerra.
08-08-22
Comentários
Lindo poema. Parabéns
Que belo poema Nieves. Ben hajas
Abraços
FC
Muitíssimo obrigada, meus queridos e gentiles
Angélica.
Márcia.
E Júlio César.
É uma grande honra para mim.
Deus com vocês.
Beijos e abraços.
Boa noite.
Oi Nieves:
Um belo poema, repleto de certezas e incertezas.
Obrigado
Parabéns!
Abraços
JC Bridon
Maravilhoso poema!
Parabéns,Nieves.
Bjs